La segunda práctica libre del GP de Japón de la Fórmula 1 fue atípica. La hora de entrenamiento se consumió a partir de cuatro banderas rojas que impidieron que la mayoría de los pilotos estudie las condiciones del circuito de Suzuka. Más allá de ello, Oscar Piastri, de McLaren, fue el conductor más rápido de la prueba con un tiempo de 1:28.114. Lando Norris, de la misma escudería, y Isack Hadjar, de Racing Bulls, completaron el podio.
Durante las primeras vueltas, la práctica se vio interrumpida por el accidente de Jack Doohan. El australiano perdió el control del vehículo en la primera vuelta, hizo un trompo e impactó contra uno de los muros de contención del circuito. Después de unos minutos, el australiano fue asistido por los médicos del safety car y el monoplaza fue retirado por una grúa. La acción hizo que los pilotos perdiesen alrededor de 20 minutos hasta que el sector quedó en óptimas condiciones para continuar con la prueba. "Gran accidente. Dios mío", fue la reacción de Hadjar a través de la radio después de ver el impacto del australiano.
Minutos más tarde, Fernando Alonso activaría la segunda bandera roja de la prueba: el español tocó el pasto y perdió el control del vehículo. Así el monoplaza se incrustó en la grava por lo que el Aston Martin tuvo que ser retirado por la grúa.
La prueba, por último, fue parada por una serie de incendios en el pasto del circuito.
Estas situaciones provocaron que muchos pilotos no puedan realizar su vuelta rápida. De este modo, el entrenamiento estuvo repleto de accidentes que condicionaron el rendimiento de los monoplazas.